lunes, junio 30, 2008

La Flor...

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.....De esta manera el principito a pesar de la buena voluntad de su amor, había llegado a dudar de ella. Había tomado en serio palabras sin importancia y se sentía desgraciado.

"Yo no debía hacerle caso -me confesó un día el principito- nunca hay que hacer caso a las flores, basta con mirarlas y olerlas. Mi flor embalsamaba el planeta, pero yo no sabía gozar con eso... Aquella historia de garra y tigres que tanto me molestó, hubiera debido enternecerme".

Y me contó todavía:

"!No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. !La flor perfumaba e iluminaba mi vida y jamás debí huir de allí! !No supe adivinar la ternura que ocultaban sus pobres astucias! !Son tan contradictorias las flores! Pero yo era demasiado joven para saber amarla"....

.....-Adiós- le dijo a la flor. Esta no respondió.

-Adiós- repitió el principito.

La flor tosió, pero no porque estuviera resfriada.

-He sido una tonta -le dijo al fin la flor-. Perdóname. Procura ser feliz.

Se sorprendió por la ausencia de reproches y quedó desconcertado, con el fanal en el aire, no comprendió esta tranquila mansedumbre.

-Si, yo te quiero -le dijo la flor-, ha sido culpa mía que tú no lo sepas; pero eso no tiene importancia. Y tú has sido tan tonto como yo. Trata de ser feliz...Y suelta de una vez ese fanal; ya no lo quiero.

-Pero el viento...

-No estoy tan resfriada como para...El aire fresco de la noche me hará bien. Soy una flor.

-Y los animales...

-Será necesario que soporte dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas; creo que son muy hermosas. Si no ¿Quién vendrá a visitarme? Tú estarás muy lejos. En cuanto a las fieras, no les temo: yo tengo mis garras.

Y le mostraba ingenuamente sus cuatro espinas. Luego añadió:

-Y no prolongues más tu despedida. Puesto que has decidido partir, vete de una vez.

La flor no quería que la viese llorar: era tan orgullosa...

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